El folleto es una pieza impresa donde su máxima ha de ser el comunicar en poco espacio lo que se quiere transmitir.
Para obtener un diseño eficaz se ha de tener en cuenta el objetivo final de su realización: comunicar, destacar, informar, mostrar… Pero, sobre todo, el público al que va dirigido.
Existen diferentes tipos de folletos que se definen principalmente por su número de caras: flyer, díptico, tríptico, cuadríptico, etc.
En el momento de diseñar un folleto, se ha de tener en cuenta, además de la información, de los elementos a incluir, del formato, del tamaño y del público al que tiene que llegar, el tipo de plegado (por ejemplo al centro, en acordeón, en paralelo, en ventana, envolvente…), el grosor y tipo de papel en el que será impreso (existen infinidad de opciones en cuestión de categorías, texturas, acabados de color, satinados…) , las distintas terminaciones posibles (si irá troquelado o sin troquelar, con cantos redondos, o lacado…) y la cantidad de tintas a usar.
Un folleto bien diseñado es una opción económica publicitaria que consigue que sus productos y/o servicios estén cerca del cliente.